La oración en vez de ser una petición, ruego o súplica por la solución de nuestros problemas o la satisfacción de nuestras necesidades, debería ser una oportunidad para agradecer al Creador por todas las cosas buenas que han llegado a nuestras vidas. El agradecimiento genera el gozo que diluye el sufrimiento.
Si algo debemos pedir al Creador, es su guía e iluminación, para saber cómo y de qué manera ayudar a las personas sin que se sientan humilladas.
ANTOLOGÍA DE EXPRESIONES DEL ALMA
Escritos y poemas tomados del florilegio
LA VERDAD ATEMPORAL de Juan Alberto Courtois
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